Rafael iba caminando por el bosque rocoso y verdoso lleno de
espinas. La piel se le empezó a
escarapelar cuando vio de cerca un riachuelo a todo un batallón de militares
muertos, el olor putrefacto era nauseabundo, se acerco a uno de ellos que aun
votaba sangre por la boca y podía respirar. — Señor que ha pasado aquí dijo
Rafael. El soldado sonrió agarro su pistola y sonriendo macabramente, gritando:
¡Es la guerra! ¡Es la maldita guerra!, ajusto el gatillo y se disparo
inexplicablemente . Rafael se quedo
helado de lo sucedido, corrió del lugar lo más rápido posible. Mientras corría
observo en el cielo colores, vio imágenes estrechamente sexuales, fue recuerdo amargo para Rafael, pero cuando cerró
los ojos cayó en un vacio, se desprendió
del tiempo, cuando de un de repente su mente empezó a crear imágenes de círculos, cuadrados, elefantes gordos y
flacos reventándose y formándose en fila de colores, ancianos rejuveneciendo, se intensificaba las imágenes
que cada vez más, él creía que las podía
tocar y las podía oler. Rafael se quedo
un instante quieto cerrando los ojos fuertemente, se sentía feliz por un
momento al verse desconectado del mundo en que vivía, cuando los abrió estaba contemplando, el
cristalino espejo del lago donde refleja
mundos paralelos e inciertos de su devenir, el destello del cielo que apenas iluminaba la tarde hizo
apresurar a Rafael e ir a su casa. Rafael
vivía en un pueblo llamado AwTyaka
un pueblo desconocido que se
pierde por si solo en los mapas, es como si tendría vida y se quisiera esconder
de todo, el lugar es frondoso en el
invierno parece que las hojas no mueren sino toman el color blanco. Awtyaka es el pueblo más apartado de todo mal
globalizado, las personas de ahí se autosostienen de sus recursos, todos
reciben por igual, se mantiene aun la dignidad humana de no explotar al hombre
por el hombre, solo existe un único sendero para que los pobladores extraigan
cosas necesaria de afuera los
desconocido, lo misterioso, lo ya depravado por el ingenio del hombre, pero la gente prefiere no hacerlo lo
más preferible para ellos es estar dentro, allá afuera todo el mundo está
sabio, cuerdo, aburrido, no se puede hablar de nada su nihilismo vence. Rafael llego a su casa, su mama le
esperaba con la cena, cayó la noche, un
estruendoso sonido se sintió en la puerta
era Cloy padrastro de Rafael, un
hombre fornido amargo, falocentrista, conservador y callado no hablaba más que para decir comentarios sexistas, futbol,
trabajo, porque él dice lo demás no existe la familia se une a mi esta familia vive gracias a mi. Sentados
juntos los cuatro, el ogro de mi
padrastro, mi madre tan noble, mi hermano Cesar quien trabaja en una fabrica
del pueblo y yo estudiante recorriendo la pubertad, que pretende
conocer el mundo a través de la sensibilidad, placer y curiosidad.
Sabían que estamos en guerra con unos extraterrestres dijo Cloy.
Yo escuche que eran orcos, demonios, moustros o algo así dijo Cesar sonriendo.
Allá dentro de las colinas a menos de 2 kilómetros del lago vi un batallón de soldados muertos, golpeando fuertemente la mesa su padrastro dijo: tú que hacías en ese lugar, respóndeme, solo andaba por ahí respondió Rafael. Sal de la mesa y te vas de frente para tu cuarto a dormir, nada de lecturas por hoy. Rafael al verse desconectado de la irrealidad abandono su ética del buen hijo, siguió sus instinto de libertad captura la esencia de ir en contra del patriarcado así que se emano al mundo tangible de la fantasía de los libros.
Sabían que estamos en guerra con unos extraterrestres dijo Cloy.
Yo escuche que eran orcos, demonios, moustros o algo así dijo Cesar sonriendo.
Allá dentro de las colinas a menos de 2 kilómetros del lago vi un batallón de soldados muertos, golpeando fuertemente la mesa su padrastro dijo: tú que hacías en ese lugar, respóndeme, solo andaba por ahí respondió Rafael. Sal de la mesa y te vas de frente para tu cuarto a dormir, nada de lecturas por hoy. Rafael al verse desconectado de la irrealidad abandono su ética del buen hijo, siguió sus instinto de libertad captura la esencia de ir en contra del patriarcado así que se emano al mundo tangible de la fantasía de los libros.
Cuando todo iba tan intensificado y real, varios sonidos se
reprodujeron cerca a la ventana del
cuarto de Rafael, el solo se quedo observado su ventana, pero de un de repente
sale un destello luminoso que cegó a Rafael por un momento…
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