miércoles, 26 de octubre de 2016

Adriana Flores de Saco, Material Para un Debate: La Generación Del 900 y La Reconstrucción Nacional, PUCP ,Vol IV N7º Marzo 1995.

Intentando reflexionar sobre el aporte de la Generación del 900 al desarrollo de disciplinas histórico sociales como la Geografía, no he podido menos que apreciar el valor del mensaje educativo y patriótico de los peruanos de esa generación, su vigencia frente a las demandas y fracasos de nuestro actual sistema educativo, y guardando distancias, reconocerlo como material de reflexión valioso,que intelectuales visionarios, comprometidos en el estudio de la identidad nacional y en la afirmación de nuestro Perú como país posible, nos legaron para el debate perenne en la definición denuesto proyecto histórico y educativo. Eventos recientes, con ocasión del cincuenta aniversario del deceso de Don José de la Riva Agüero y Osma, uno de los mas conspicuos representantes de la Generación de 900 me llevaron a precisar la época de nacimiento y las características del pensamiento y acción de los ilustres peruanos de la reconocida Generación del 900, ubicándolos en las postrimerias del siglo XIX, en los años subsiguientes a la Guerra con Chile, hasta mediados del siglo XX, si bien su influencia persistirá hasta el presente. Este hecho es de especial significación, no sólo para entender el ambiente cultural, socio político y económico en que se nutrieron los tempranos años de infancia y adolescencia de la generación del 900, sino también por las analogías de interés educativo que pueden trazarse entre aquella etapa tan difícil de nuestra Historia, y la que hemos vivido y estamos viviendo en el Perú actual. Pero no es sólo la época en que creció y actuó esta generación lo que la define, sino la talla de hombría y los niveles de realización humana, intelectual y moral que llegaron a alcanzar, en la búsqueda de la excelencia que se impusieran los hombres que la integraron, una élite de intelectuales movidos por el ansia de reconstruir un paísen ruinas, entre los que destacan por orden cronológico, Francisco García Calderón y su hermano Ventura García Calderón (1880- 1947, Luis Fernán Cisneros (1882-1954), Víctor Andrés Belaúnde
(1883-1966), Osear Miró Quesada (1884-1981), José de la RivaAgüero y Osma (1885-1944), Julio C. Tello (1890-1947) .
Imagínense la contradicción de sentimientos que deben haber experimentado los jóvenes adolescentes del 900 al padecer los efectos de dos guerras fratricidas, la civil, interna, sobre los despojos de la cruenta contienda internacional con Chile, además de un país destruido, sin crédito y con una pobreza deprimente. La reacción de los mejores peruanos de entonces, sin embargo, no fue de rebeldía o de desaliento. Encendidos de amor patrio se comprometieron enla reconstrucción del país con fe y con optimismo, una reacción quetodo peruano debería aceptar como ejemplo de actitud a asumir enlos difíciles momentos del presente.
Lo especial en la generación del 900 fue no sólo el gesto valientede trabajar por el país, sino la visión de ese Perú que ellos vislumbraron:una imagen equilibrada, serena, de una nacionalidad quese viene forjando en la Historia Común, como una realidad perenne,tras las tensiones de un mestizaje enriquecedor, que engrandece laimagen del peruano en la visión moderna de una nación ecuménica:surgido el Perú, de la unión de europeos blancos y americanoscobrizos, de la cultura hispano greco-romana y de las culturasprecolombinas, aceptará inmigraciones sucesivas de negros, asiáticos,europeos y otros que multiplican su rostro y su acervo cultural.Esta concepción grande, generosa, integradora, asimilada por larealidad de un país mestizo, está presente en "Paisajes Peruanos"de Riva Agüero (1919) como en "Elementos de la Geografía Científica"de Osear Miró Quesada, en el "Chavin" de Julio C. Tello comoen la concepción peruanista de la literatura de Víctor AndrésBelaúnde2El paisaje humano peruano es un crisol de razas, pero aún hoyno todos los peruanos son conscientes y aceptan esta realidad.Denunciando esta rémora actitudinal más que conceptual, RaúlGonzales, psicólogo educacional peruano, presentala realidad nacional diferenciada aún hoy, en la "república de losblancos" y "la república de los indios"3; indudablemente una exageraciónpara muchos peruanos, pero tal vez una realidad dolorosa para quienes viven situaciones de discriminación racial y cultural.Somos un país dividido y lleno de prejuicios que sólo la educaciónpuede ir superando, por eso resaltamos el valor de la propuesta
peruanista mestiza de la generación del 900, propuesta quepuede y debe superarse en aspectos racistas y elitistas absurdos, conlos cambios que impone la Historia.
Otro afán de este círculo de intelectuales fue el afirmar unimpulso modernizador en el país, que quisieron imprimir a travésde una visión política democrática, así algunos de ellos se inscribenen el civilismo de Manuel Pardo y/o en el partido demócrata dePiérola, en franca rebeldía contra la tiranía de entonces, pero enreacción clara también contra el pesimismo y sesgo político de ManuelGonzales Prada y sus seguidores, con los que si bien inicialmentealgunos se sienten atraídos, terminan distanciándose.Llama también la atención, no sólo la clarividencia en lapercepción del Ser del Perú, como país mestizo y la línea democráticade su visión política, sino también la precocidad con la que todos ellos supieron descubrir rumbos y comprometerse con la misión de restauración nacional, buscando a través de la investigación y la modernización en el estudio de las Ciencias Histórico Sociales, nuestrarealidad, como base sólida para la recuperación y afirmación de la Nación.

En los escritos de estos ilustres peruanos encontramos: búsqueda y afirmación de la identidad peruana en la línea del mestizaje; persistencia del equilibrio entre la tradición y la actualizaciónmodernizadora; amor patrio, fe y optimismo en el futuro; rescate del indio y de lo andino como corazón de nuestra nacionalidad; equilibrio democrático en lo político, como algunos de los conceptos sobre los que forjaran su proyecto de reconstrucción nacional. Indudablemente un mensaje educativo por plasmar, que debe llamar a reflexión a la generación de fines del siglo XX y de inicios del XXI.

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