DOS
CONCEPTOS DE LIBERTAD
Isaiah
Berlin, plantea en este ensayo dos
conceptos teóricos, tanto sociales y
políticos sobre la libertad. Dice Berlin que "autoridad",
"soberanía", "libertad", etc., "son las palabras en
nombre de las cuales se emiten órdenes, se obliga a los hombres, se libran
guerras, se crean sociedades nuevas y se destruyen las viejas". Eso que en
la práctica es lucha por imponer un contenido pragmático y en efecto a tales palabras, en la propuesta
teórica se traduce en oscuridad por
falta de acuerdo sobre el contenido de tales conceptos.
Así pues, preguntarse por lo que se debe hacer
no es interrogarse sobre cómo es algo en el mundo, sino habérselas con
propuestas alternativas sobre cómo debe ser el mundo, propuestas que, para más
dificultad, usan idénticas palabras. Y la dificultad de esa teoría está en cómo
usar en sus descripciones de esa parte de la realidad del mundo esas mismas
palabras sin convertirse la teoría en una propuesta más o en mero cauce de una
de las existentes. Resaltando las teorías aplicadas por Berlín, nos transmiten
un símbolo sobre conceptos de fines vitalicios en el hombre, la libertad en
aplicada en términos jurídico, políticos, sociales, pretende demostrar la
complejidad de las estructuras de gobernabilidad de un ámbito político, social
y rígidamente individual. La preocupación del individuo al conseguir y luchar
tras ella refleja la preocupación en sí, lo que es en sí del individuo y lo que le compete en tanto a su
racionalidad jurídica e individual,
Berlin tiene cierta influencia con estos conceptos de libertad y la complejidad
que da este trabajo, no solo en el aspecto político, sino da una percepción filosófica
de la libertad en manos de la sociedad y el raciocinio que debe tener el ser
humano al enfrentarse a sus propios temores para ser libre.
El asunto por el que más a menudo se cita a Berlín., y no
siempre con rigor, es el de su distinción entre libertad negativa y libertad
positiva. Hay una cierta vulgarización de esta diferencia, convertida ya en
tópico, a tenor de la cual se atribuye a Berlín el haber distinguido entre la
libertad como posibilidad de hacer las cosas que deseamos, que sería la libertad
negativa y consistiría, por tanto, en la ausencia de restricciones a nuestros
movimientos, y la libertad como posesión de los medios que nos permitan la
efectiva realización de esos movimientos, de nuestros propósitos, que sería la
libertad positiva. Las cosas, en mi opinión y como trataré de mostrar
seguidamente, de la mano de los textos de Berlín, no son exactamente así.
Comprobemos cómo distingue Berlín. Entre libertad negativa y libertad positiva.
Comprobemos cómo distingue Berlín. Entre libertad negativa y libertad positiva.
Libertad
Negativa
Berlín nos indica que la libertad negativa equivale a lo
no interferencia, en ciertos términos, la libertad negativa, si bien es la
libertad en todo del sí, se rige a estar bajo
parámetros y leyes que pueden amparar los límites de la libertad
individual. No confundir libertad política con la libertad en sí, esta clase de
libertad se regula mediante la coacción que el estado puede aplicar sobre el
individuo con ciertos dispositivos organizados para que una sociedad este
limitada.
En
el aspecto que subraya a un principio de frontera, según Berlín sobre el
sentido negativo de la libertad es el ámbito de la vida privada. En la medida
en que una persona realice actividades privada no deber ser importunada en
algún modo. Berlín acepta que es discutible hasta donde llega la vida privada y
donde comienza la vida pública dentro de cuyo espacio puede imponerse a la
coacción y, en esa virtud, limitarse a la libertad: “ Donde tenga que trazarse
esa frontera es cuestión a debatir y, desde luego, a negociar. Los hombres son
muy interdependientes y ninguna actividad humana tiene un carácter tan privado
como de los demás”. Otro aspecto que resalta Berlín en esa libertad “ es tener
oportunidad de acción más que la acción misma (…). La libertad es la
oportunidad de actuar, ni el actuar mismo”.
Las limitaciones de la libertad se ver coacciona proveniente de otros no
por la incapacidad personal. Si yo, por estar cojo, no puedo plantearme batir
el record mundial de salto de altura, mi libertad de plantearme cosas no se ve
limitada, mientras que sí lo esta si se impide, coacción por medio, por
ejemplo, que a la correspondiente acudan las de mi raza o los de mi aldea.
“Solo se carece de libertad política, según Berlin , si algunos sujetos le
impide a uno conseguir un fin. La verdadera incapacidad de conseguir un fin no
es falta de libertad política.”
Desde u punto de vista jurídico, según Berlín, la
libertad negativa puede ser pre jurídica o bien puede ser jurídica; es del
primer tipo cuando una determinada conducta no está jurídicamente regulada, es
decir, cuando el derecho no lo toma en cuenta. En resumen la libertad negativa
es jurídica cuando el ordenamiento le asegura a una persona la posibilidad de
realizar una conducta sin interferencias y sin constricciones.
El análisis final es el cuestionamiento de Berlín ¿Tiene límites la libertad negativa? Si es tal en sí ¿Como trazarla?, dicho ya en la primera parte compete a que siempre se va restringir o es un tono exagerado de “limitar”.
El análisis final es el cuestionamiento de Berlín ¿Tiene límites la libertad negativa? Si es tal en sí ¿Como trazarla?, dicho ya en la primera parte compete a que siempre se va restringir o es un tono exagerado de “limitar”.
Libertad
Positiva
Se trata de “que o quien es la causa de control o
interferencial que puede determinar que alguien haga o sea una cosa otra”,
ejemplo: Yo poseo mas de esta libertad positiva cuando mayor es el grado en que
soy dueño de mi mismo, y se me reta tanto de ella cuando es lo que mi ser hacer dependo de otros. Por tanto, es la “
libertad que consiste en ser dueño de si mismo”. Yo poseo tanta libertad de
positiva cuando mas es mi yo individual el que, en ejercicio de su autonomía,
de su capacidad para auto determinarse, tomo efectivamente las decisiones de
entre los cursos de acción que, con arreglo a mi libertad negativa, tengo ante
mí abiertos como posibilidades. Ejerzo mi libertad positiva cuando sin coacción
de otro soy yo quien efectivamente
decide cual transito de las puertas que ante mi tengo abiertas. Si la
libertad negativa se entiende como la ausencia de obstáculos o constricciones,
pero bajo parámetros, la positiva supone la presencia de un elemento crucial:
la voluntad, el quiere hacer algo, la facultad de elegir un objetivo, una meta.
La libertad positiva es casi un sinónimo de la autonomía.
Esa autonomía vendría a dirigirse al moldeamiento de los estados autoritarios por que se rige una política netamente contralado por diversos factores en el plano económico y en plano ideologicopolitico, como los en el paso de URSS o gobiernos netamente comunistas, o de carácter autoritario, con coerción a una nacionalismo unificante e identificante de una nación.
Esa autonomía vendría a dirigirse al moldeamiento de los estados autoritarios por que se rige una política netamente contralado por diversos factores en el plano económico y en plano ideologicopolitico, como los en el paso de URSS o gobiernos netamente comunistas, o de carácter autoritario, con coerción a una nacionalismo unificante e identificante de una nación.
Lo que hace que Berlin recogiera muchas ideas de John Stuart
Mill en el aspecto de la libertad individuales donde critica al paternalismo y
a la convivencia con el paternalismo porque él fue quien la vivió en la
realidad .
Berlín construye fuertes argumentos en contra del paternalismo, al que nos referimos en el apartad anterior, al estudiar el pensamiento de John Stuart Mill dice en referencia al paternalismo una especie de libertad positiva que:
Berlín construye fuertes argumentos en contra del paternalismo, al que nos referimos en el apartad anterior, al estudiar el pensamiento de John Stuart Mill dice en referencia al paternalismo una especie de libertad positiva que:
– Si la esencia de
los hombres consiste en que son seres autónomos –autores de valores, de fines
en sí mismos, de la autoridad ultima que se funda precisamente en querer
libremente– entonces no hay nada peor que tratarlos como si no fueran
autónomos, como objetos naturales, accionados por influencias causales, como
criaturas a merced de estímulos externos, cuyas elecciones pueden ser
manipuladas por sus gobernantes mediante la amenaza de la fuerza o el
ofrecimiento de recompensas.
Berlín cita a Kant en su frase “nadie puede obligarme a
ser feliz a su manera” y el paternalismo “es el mayor despropósito imaginable”.
El paternalismo para Berlín seria la
negación de la naturaleza en sí de las personas, en tanto sirve para sustituir
el criterio propio por el ajeno, invalidando la dirección que cada individuo
puede y debe darle a su vida, sin intromisión de demás, el paternalismo es
despótico porque se propia concepción como ser humano, determinado a conducir
mi vida de acuerdo con mis propios fines y, sobre todo, con derecho a ser
reconocido como tal por los demás.
En
mi interpretación, los paternalismos en una especie de coacción para la
libertad positiva, porque impide el desarrollo individual del ser humano.
Un
punto resaltante es tener la aclaración de que la libertad positiva no se debe
confundir con la justicia o igualdad. No
hay más libertad positiva (ni menos tampoco) allí donde se realza mejor la
justicia o la igualdad son cosas conceptualmente distintas pues se alude a
valores diferentes, independientes y en competencia. Y Berlín no quiere optar
en línea de principio por establecer un orden de preferencia preciso entre
libertad positiva y justicia o igualdad, pues como es patente, tal pretensión
contradiría lo que sobre el pluralismo de valores y la índole de la actividad
moral política nos ha dicho previamente, solo quiere que no se engañe con
misteriosas transmutaciones de nos valores en otros.
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