miércoles, 26 de octubre de 2016

Dos conceptos de libertad según Isaiah Berlin

DOS CONCEPTOS DE LIBERTAD

Isaiah Berlin, plantea en este ensayo  dos conceptos teóricos, tanto sociales  y políticos sobre la libertad. Dice Berlin que "autoridad", "soberanía", "libertad", etc., "son las palabras en nombre de las cuales se emiten órdenes, se obliga a los hombres, se libran guerras, se crean sociedades nuevas y se destruyen las viejas". Eso que en la práctica es lucha por imponer un contenido pragmático  y en efecto a tales palabras, en la propuesta teórica  se traduce en oscuridad por falta de acuerdo sobre el contenido de tales conceptos.
 Así pues, preguntarse por lo que se debe hacer no es interrogarse sobre cómo es algo en el mundo, sino habérselas con propuestas alternativas sobre cómo debe ser el mundo, propuestas que, para más dificultad, usan idénticas palabras. Y la dificultad de esa teoría está en cómo usar en sus descripciones de esa parte de la realidad del mundo esas mismas palabras sin convertirse la teoría en una propuesta más o en mero cauce de una de las existentes. Resaltando las teorías aplicadas por Berlín, nos transmiten un símbolo sobre conceptos de fines vitalicios en el hombre, la libertad en aplicada en términos jurídico, políticos, sociales, pretende demostrar la complejidad de las estructuras de gobernabilidad de un ámbito político, social y rígidamente individual. La preocupación del individuo al conseguir y luchar tras ella refleja la preocupación en sí, lo que es en sí del individuo y  lo que le compete en tanto a su racionalidad  jurídica e individual, Berlin tiene cierta influencia con estos conceptos de libertad y la complejidad que da este trabajo, no solo en el aspecto político, sino da una percepción filosófica de la libertad en manos de la sociedad y el raciocinio que debe tener el ser humano al enfrentarse a sus propios temores para ser libre.
El asunto por el que más a menudo se cita a Berlín., y no siempre con rigor, es el de su distinción entre libertad negativa y libertad positiva. Hay una cierta vulgarización de esta diferencia, convertida ya en tópico, a tenor de la cual se atribuye a Berlín el haber distinguido entre la libertad como posibilidad de hacer las cosas que deseamos, que sería la libertad negativa y consistiría, por tanto, en la ausencia de restricciones a nuestros movimientos, y la libertad como posesión de los medios que nos permitan la efectiva realización de esos movimientos, de nuestros propósitos, que sería la libertad positiva. Las cosas, en mi opinión y como trataré de mostrar seguidamente, de la mano de los textos de Berlín, no son exactamente así.
Comprobemos cómo distingue Berlín. Entre libertad negativa y libertad positiva.

Libertad Negativa

Berlín nos indica que la libertad negativa equivale a lo no interferencia, en ciertos términos, la libertad negativa, si bien es la libertad en todo del sí, se rige a estar bajo  parámetros y leyes que pueden amparar los límites de la libertad individual. No confundir libertad política con la libertad en sí, esta clase de libertad se regula mediante la coacción que el estado puede aplicar sobre el individuo con ciertos dispositivos organizados para que una sociedad este limitada.
En el aspecto que subraya a un principio de frontera, según Berlín sobre el sentido negativo de la libertad es el ámbito de la vida privada. En la medida en que una persona realice actividades privada no deber ser importunada en algún modo. Berlín acepta que es discutible hasta donde llega la vida privada y donde comienza la vida pública dentro de cuyo espacio puede imponerse a la coacción y, en esa virtud, limitarse a la libertad: “ Donde tenga que trazarse esa frontera es cuestión a debatir y, desde luego, a negociar. Los hombres son muy interdependientes y ninguna actividad humana tiene un carácter tan privado como de los demás”. Otro aspecto que resalta Berlín en esa libertad “ es tener oportunidad de acción más que la acción misma (…). La libertad es la oportunidad de actuar, ni el actuar mismo”.  Las limitaciones de la libertad se ver coacciona proveniente de otros no por la incapacidad personal. Si yo, por estar cojo, no puedo plantearme batir el record mundial de salto de altura, mi libertad de plantearme cosas no se ve limitada, mientras que sí lo esta si se impide, coacción por medio, por ejemplo, que a la correspondiente acudan las de mi raza o los de mi aldea. “Solo se carece de libertad política, según Berlin , si algunos sujetos le impide a uno conseguir un fin. La verdadera incapacidad de conseguir un fin no es falta de libertad política.”
Desde u punto de vista jurídico, según Berlín, la libertad negativa puede ser pre jurídica o bien puede ser jurídica; es del primer tipo cuando una determinada conducta no está jurídicamente regulada, es decir, cuando el derecho no lo toma en cuenta. En resumen la libertad negativa es jurídica cuando el ordenamiento le asegura a una persona la posibilidad de realizar una conducta sin interferencias y sin constricciones.
El análisis final es el cuestionamiento de Berlín ¿Tiene límites la libertad negativa? Si es tal en sí ¿Como trazarla?, dicho ya en la primera parte compete a que siempre se va restringir o es un tono exagerado de “limitar”.



Libertad Positiva

Se trata de “que o quien es la causa de control o interferencial que puede determinar que alguien haga o sea una cosa otra”, ejemplo: Yo poseo mas de esta libertad positiva cuando mayor es el grado en que soy dueño de mi mismo, y se me reta tanto de ella cuando es lo que mi ser  hacer dependo de otros. Por tanto, es la “ libertad que consiste en ser dueño de si mismo”. Yo poseo tanta libertad de positiva cuando mas es mi yo individual el que, en ejercicio de su autonomía, de su capacidad para auto determinarse, tomo efectivamente las decisiones de entre los cursos de acción que, con arreglo a mi libertad negativa, tengo ante mí abiertos como posibilidades. Ejerzo mi libertad positiva cuando sin coacción de otro soy yo quien efectivamente  decide cual transito de las puertas que ante mi tengo abiertas. Si la libertad negativa se entiende como la ausencia de obstáculos o constricciones, pero bajo parámetros, la positiva supone la presencia de un elemento crucial: la voluntad, el quiere hacer algo, la facultad de elegir un objetivo, una meta. La libertad positiva es casi un sinónimo de la autonomía.
Esa autonomía vendría a dirigirse al moldeamiento de los estados autoritarios por que se rige una política netamente contralado por diversos factores en el plano económico y en plano ideologicopolitico, como los en el paso de URSS o gobiernos netamente comunistas, o de carácter autoritario, con coerción a una nacionalismo unificante e identificante de una nación.
Lo que hace que Berlin recogiera muchas ideas de John Stuart Mill en el aspecto de la libertad individuales donde critica al paternalismo y a la convivencia con el paternalismo porque él fue quien la vivió en la realidad .
Berlín construye fuertes argumentos en contra del  paternalismo, al que nos referimos en el apartad anterior, al estudiar el pensamiento de John Stuart Mill dice en referencia al paternalismo una especie de libertad positiva que:                                                                       

– Si la esencia de los hombres consiste en que son seres autónomos –autores de valores, de fines en sí mismos, de la autoridad ultima que se funda precisamente en querer libremente– entonces no hay nada peor que tratarlos como si no fueran autónomos, como objetos naturales, accionados por influencias causales, como criaturas a merced de estímulos externos, cuyas elecciones pueden ser manipuladas por sus gobernantes mediante la amenaza de la fuerza o el ofrecimiento de recompensas.
Berlín cita a Kant en su frase “nadie puede obligarme a ser feliz a su manera” y el paternalismo “es el mayor despropósito imaginable”. El paternalismo para Berlín  seria la negación de la naturaleza en sí de las personas, en tanto sirve para sustituir el criterio propio por el ajeno, invalidando la dirección que cada individuo puede y debe darle a su vida, sin intromisión de demás, el paternalismo es despótico porque se propia concepción como ser humano, determinado a conducir mi vida de acuerdo con mis propios fines y, sobre todo, con derecho a ser reconocido como tal por los demás.
En mi interpretación, los paternalismos en una especie de coacción para la libertad positiva, porque impide el desarrollo individual del ser humano.

Un punto resaltante es tener la aclaración de que la libertad positiva no se debe confundir con la justicia  o igualdad. No hay más libertad positiva (ni menos tampoco) allí donde se realza mejor la justicia o la igualdad son cosas conceptualmente distintas pues se alude a valores diferentes, independientes y en competencia. Y Berlín no quiere optar en línea de principio por establecer un orden de preferencia preciso entre libertad positiva y justicia o igualdad, pues como es patente, tal pretensión contradiría lo que sobre el pluralismo de valores y la índole de la actividad moral política nos ha dicho previamente, solo quiere que no se engañe con misteriosas transmutaciones de nos valores en otros.

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