miércoles, 26 de octubre de 2016

El caso del ¨hereje¨ francés Mateo Salado, primera víctima de la Inquisición en el Perú.

El caso del ¨hereje¨ francés Mateo Salado, primera víctima de la Inquisición en el Perú.
Teodoro Hampe
El autor en esta ponencia pretende mostrar los diversos mecanismos en el marco jurídico que se aplicaron durante la época de la Inquisición en el Perú. Mostrando como primera víctima Mateo Salado, sujeto a quien se le proceso en el Tribunal de la Santa Inquisición por “herejía”.
El tribunal de la Inquisición fue creado con la finalidad de castigar a las personas que cometían el delito de “herejía”, “hechicería”, “brujería”, etc. No obstante, sirvió más  para mantener el cristianismo católico de manera ortodoxa.
El la época de la Santa Inquisición, en el aspecto legal; el acto de la hechicería, herejía, etc, se consideraba como un delito en la época del virreinato del Perú, la cual era castigado o castigada con las  torturas impuestas por la Santa Inquisición. Recalco sobre el Auto de Fe, lo realizaba la Iglesia junto a la Santa Inquisición, era reunir a todo el pueblo en la Plaza Mayor  cogían al acusado por el delito de ir contra de la fe Católica y lo sometían a diversas torturas en plena  vía publica solo en raras ocasiones algunas personas sobrevivían. En la Santa Inquisición aproximadamente se quemaron a 80 personas en el Perú, eso se ve en los registros del Archivo de Indias, Archivo Arzobispal.  
Al hablar de Mateo Salado describió que era un hombre francés de tendencia Luterana, que se dedico a vivir como ermitaño en la huaca de Mateo Salado, actualmente ubicado en Lima distrito de Pueblo Libre, ref. (Plaza la Bandera); está conformado por  cinco pirámides.
El complejo Arqueológico Mateo Salado perteneció a la cultura Ichma en la época del Intermedio Tardío y luego a los Incas hasta la llegada los españoles.
La relación mística que tuvo Mateo Salado con la huaca, era un sincretismo de lo Andino a lo Católico, la convivencia de lo que él era ermitaño lejos de las relaciones de la sociedad  limeña.
Durante varios años vivió como un ermitaño, y la gente le tenía por loco, pues no mostraba mucho cuidado de su persona. Vestía un hábito de jerga raído y dedicaba gran parte de su tiempo a excavar en torno a las huacas, aunque se ignora la razón; tal vez con la esperanza de encontrar tesoros, aunque lo único cierto es que dichos esfuerzos resultaron estériles. Para alimentarse apelaba a la mendicidad: solía ir los sábados a la ciudad y los feligreses le daban limosnas, de acuerdo a la tradición católica de ayudar a los menesterosos. Aprovechaba la ocasión para hacer notar lo que consideraba los errores de la Iglesia católica, como el adorar o reverenciar una cruz, la opulencia y la vida disipada de los ministros, y otras críticas propias del luteranismo.
Toda esta prédica desaprensiva le hizo sospechoso y cuando se instaló la Inquisición en Lima, fue puesto en prisión en mayo de 1570. Se le acusó de blasfemo y de decir palabras impías y, aunque había bastante motivo para considerársele simplemente como maniático o loco, en las declaraciones respondió como si estuviera en su sano juicio. Preguntado si era hereje, no lo desmintió y declaró además que había estado en Sevilla y había tratado allí con algunos luteranos y que éstos le habían dado una Biblia. Se comprobó que la había leído y que le eran familiares algunos pasajes del texto.

En relación a su muerte de Mateo Salado, tuvo que someterse jurídicamente ante el tribunal, para que se le acuse de blasfemo, hereje, etc. Las conclusiones que dictaminó el Juez del Tribunal fue sentenciarlo a la hoguera, fue quemado en la hoguera durante primer auto de fe celebrado en la ciudad de Lima, el 15 de noviembre de 1573. Con él salieron otros cinco penitenciados, por diversas causas, los cuales fueron castigados levemente. Llama ciertamente la atención que se procediera a realizar un auto de fe con tan pocos reos, lo que explicó el inquisidor Serván de Cerezuela, escribiendo al Inquisidor Mayor, que se había procedido así por la necesidad de sustanciar sus causas, visto que por lo insalubre del clima, casi todos enfermaban en la prisión. Morir quemado, pero ¿Por qué quemado?, según la religión católica fundamentan está muerta para que se purifique el alma.

COMENTARIO
Mateo Salado, no fue loco ni hereje, sino hizo un sincretismo de lo Católico a lo Andino,  es importarte resaltar este aspecto, porque  los indios en la época del virreinato con dogma del catolicismo  los indios se las ingeniaron para realizar  sus actividades religiosas en relación a su cosmovisión. Como vemos en muchos casos la adaptación de las vírgenes en retablos con morfología de un Ande (cerro), creo que Mateo Salado fue único de demostrar de manera insurgente este tipo de actos en la región de Lima utilizar instrumentos católicos y unirlos con lo Andino.


La época del Virreinato en relación a la religión exageradamente dogmatizada e impuesta a toda la colonia creada por los españoles eso abarca al sometimiento de los indios a la religión Católica. La Santa Inquisición, fue un cuerpo jurídico para legitimar, los castigos y torturas impuestos por ello.  Tiene un tono de organización para desarticular todo acto “no católico” , como la Iglesia Católica a un estado manejan dinero, lo que permite financiamiento para construir instituciones como Santa Inquisición, Tribunal de Santo Oficio, La Extirpación de Idolatrías, en el caso peruano. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario