miércoles, 26 de octubre de 2016

El Padre Bernabe Cobo - Biografia

El  Padre Bernabé Cobo

Nacido en noviembre de 1580 en Lopera (Jaen). Hijo de Juan Cobo y Catalina Peralta. Tuvo formación religiosa de la orden Jesuita, llego a las indias a los 16 años de edad en 1596 y vivió en ellas, 61 años. De estos pasó cerca de 40 años en el Perú y 20 años en México. Recorrió las Antillas, Venezuela, Tierra firme y principalmente el Perú y México, estudiando el hombre, el clima, los animales, las piedras, las hierbas y los  astros. Fue  un gran viajero en comparación a Cieza, Toledo y Raimondi, convivió con los indios y los Andes, en Puno, La Paz, Potosi, Cochabamba y Oruro.
Con el jesuita Bernabé Cobo, la crónica local y particularista del siglo XVI adquiere la dimensión de lo universal. Con su crónica de mayor representación Historia del Nuevo Mundo fue un inventario total para la época, síntesis de un siglo de colonización, catalogo de todas las plantas y animales del nuevo mundo, historia de todos los pueblos y razas indígenas –de los aztecas y de los –incas, es un zumo de América desde la descripción de la tierra hasta el cosmos.
La obra de Cobo metafóricamente  hace pensar en alguno de esos templos de la megalítica prehistórica levantados con el sudor de miles de obreros y con piedra transportadas de las más ignotas y difíciles y difíciles canteras. Extraña efectivamente, que un solo hombre pueda haber reunido ese inmenso material y ordenándolo luego, él mismo dentro de la recia arquitectura de su obra, que es por sí sola una enciclopedia. Los epítetos de minucioso y diligente que generalmente se ha aplicado a Cobo, son en verdad inadecuados para el trabajo. Se puede decir que la obra de cobo fue un libro de historia natural como lo han calificado, que en si podría abrir un paso a la historiografía de la época.
Al empezar su estadía en Peru en el Cuzco (1610) interrogo a los caciques descendientes de los Incas, visito los templos, zeques y adoratorios, de los que dio después la más amplia información, y bebió en la fuente misma de la tradición las costumbres del incanato. Vivió en la residencia de los Jesuitas en Juli en la provincia de Chucuito. Más tarde vivió tres años bajo el penacho de humo del Misti, en Arequipa. Otros años paso en la iglesia  de la Campaña de Pisco, aprendiendo ahí lecciones de peces, aves marinas. En 1626 recorrió todo el Perú con un legado pontificio que vino a recoger limosnas. También de 1627 a 1630 rector del colegio del Callao. En 1650 regreso a México  en donde murió en el Colegio máximo de San Pablo, el 9 de Octubre en olor de sabiduría.
En lima hurgo archivos y las huacas, recogió viejos documentos y crónicas y pudo aun recibir la tradición oral de algunos hijos y familiares de conquistadores. De 1628 a1629 escribió en nuestra capital su Historia de Fundación de Lima, en que se contiene la más puntual relación de origen de la ciudad, el acta de la fundación que –cobo salvo de perderse– y el nacimiento de sus plazas, casas, edificio e iglesias con morosa paciencia documental.
Sin embargo la historia de lima no fue la parte de su enciclopedia que se inicio, sino comenzó con el desembarco en Santo Domingo –nos cuenta  él mismo– sus excursiones por los campos de la Yaguana, trabando amistad con diferentes especies de vegetales y animales. Dejando de lado el aspecto humano, la psicología de los caudillos, Cobo prefirió los mariscos y peces.
La historia vegetal es  la parte más atrayente de su obra gran obra. Cobo fue un precursor científico y un innovador metodológico, pero conserva la frescura de los contactos iníciales del hombre con la naturaleza.  Su botánica es a pesar de sus anticipaciones científicas, hondamente poéticas. Ella nos pone en relación directa con las flores, las plantas, las frutas y los arboles de América, sin  el tormento de la nomenclatura. Palpamos las frutas, aprendamos  su olor y sabor, sus usos medicinales, las aplicaciones que se pueden hacer de sus cortezas o savias. Alaba la guayaba y la plata. Ha descrito el amancae, la trinidad, la vergonzosa, el floripondio y las apincoyas, que reproducen la pasión de Cristo.
No  es solo el merito poético sino la utilidad de que emerge de las descripciones Cobo. Ha recogido y transmitido los secretos medicinales de los indios  y  las virtudes curativas de las plantas.
Gran naturalista Cobo, tiene el don de analizar y definir de clasificar. En la enorme materia bruta de la historia natural de América, que tiene ante si, traza línea coordenadas, establece símiles y diferenciales, clasifica y ordena. Así determina y separa grupos raciales y sociales, familias vegetales, estados de cultura o templos atmosféricos. Sus intuiciones científicas son admirables y de las sociales no se ha hablado. Así como se anticipa a los botánicos modernos en la adopción de ciertos principios y observaciones básicas no usadas en su época, se halla igual perspicuidad en lo sociológico y en lo moral. Sus observaciones sobre el indio abren nociones de la antropología americana y en sus apuntes sobre las variaciones climáticas de América y correspondencia  de la flora y fauna, también sus apuntes sobre la evolución de los grupos primitivos americanos se perfilan los estadios por la sociología posterior. Horda, clan  y tribu están pergeñados, en los grados de barbaridad, de Cobo con sus caracteres etnográficos y políticos.
La extensa obra de Cobo, nos narra toda su trayectoria en América descubriendo así  nuestra fauna y flora en el territorio del Perú y México, empezando su desembarco en Santo Domingo pasando con Antillas, tierra firme y Perú, donde de manera científica va a realizar un catalogo de todas las plantas  y animales que habitan en el Perú. Luego empieza el carácter etnográfico donde nos relata,  historia de los incas, la descripción de los monumentos incaicos, su vida cotidiana, etc.
 Algunas descripciones que menciona en su extensa obra:
 La Palta

El palto es árbol de muy agradable parecer, bien hecho, del tamaño de una gran higuera con las ramas iguales y medianamente copado; su hoja es semejante a la del Moral, un poco mayor y la fruta de las mejores y más regaladas de las Indias, tanto que muchos le dan la palma, anteponiéndola a todas las demás. Es de hechura ahusada y comúnmente del tamaño de un . Membrillo mediano; en algunas partes se hallan  tan grandes como medianas calabazas y crecidas cidras, cuales son de las provincias de Yucatan en la Nueva España.
La palta tiene cascaras delgadas, tierna correosa, más que la del limón ceutí, de color verde de fuera, la cual estando la fruta bien madura, con facilidad se despide.
La Lucuma

La fruta que en la lengua general del Peru se dice Lucma y se asemeja mucho a los Mameyes, añadiéndole una letra nosotros la nombramos Lúcuma y el árbol que produce Lúcumo; el cual es muy parecido al Mamey, del grandor de un Moral, muy copado y poblado de hoja mayormente en los cogollos y extremos de olla. Las ramas las tiene muy juntas y apiñadas y levantadas hacia la punta de la rama. Es el Lúcumo de tan buen parecer y agradable a la visa, que mas por su hermosura que por su fruta lo suelen plantar en las huertas.
El Pacae

El Pacay es un árbol de la grandeza de un moral, de hermano parecer y muy poblado de hojas; esta es de la hechura de la del Limo, algo mayor, de más oscuro verde, muy bien y reluciente. Produce las hojas este árbol de la manera que el Nogal, en unos ramillos delgados, pareados de dos en dos con cuatro o cinco pares en cada ramillo.
La fruta es una vaina de forma de algarrobo mas en el tamaño se halla gran variedad en diversas tierras; en unas parte  no es más larga que una algarroba de un jeme u en otras llegas a tener dos otros palmos; pero del medio de estos extremos son los Pacaes ordinarios. Son vainas del ancho de dos o tres dedos y uno de grueso; es una cascara es gruesa y correosa por fuera verde.
El Quishuar
En el Peru llaman Quishuar a un árbol mediano del grandor de una Durazno . En tan parecido al Olivo que muchos , viéndolo de lejos se engañan leniéndo por mayor, por dentro es verde y lisa y por fuera blanquisina y vellosa y asi mismo las punas de los pimpollos son vellosas y blanquesinas .
Las Almendras de Chachapoyas

En las montañas del distrito de la ciudad de Chachapoyas en el Peru, nace una especie de almendras que hacen ventaja en sabor y bondad a cuantras castas de almendras y frutas de este genero se conocen asi en Indias como en Europas. Los arboles que los crian son  de gran copa y tan altos que sobre pujando a todos los demás de la motaña se descubren de muy lejos. Son estas almendras unos erizos como los de la castaña, muy espinosos redondo, del tamaño de una gran nuez y  de un color rojo oscuro. Tienen entre las espinas que están muy juntas, una sustancia del mismo color, a manera de corcho, pero tierna y seca, que fácilmente se desmorona y deshace.
 La Vergonzosa

Esta es una mata silvestre que nace en los setos y se enreda mucho; sus hojas son semejantes a las del lentisco y nacen de dos en dos ; produce unas florecillas encarnadas, redondos del tamaño de un botón ordinario, compuestos de un vello áspero, que no tiene olor alguno. Denle este nombre los españoles, porque en tocando con la mano a sus hojas, aunque  sea blandamente, luego al punto se juntan y cierran una con otra; si bien a poco espacio se vuelven a abrir y poner como antes estaban; la cual experiencia he hecho yo varias veces y no he visto esta panta sino como el Corregimiento de Ica, diócesis de Lima.
El  Ñorbo.

El ñorbo es una mata voluble de casta de Vejuco; echa muchos vástagos delgados que se revuelven a otras plantas o   encañados y los pueblan de sus hojas y flores. La hoja es de singular hechura y que no he visto otra semejante a ella en ninguna planta es ni más ni menos que la mitad de la hoja del naranjo, cortada por medio la parte que cae hacia la punta, conque viene a quedar esta hoja como la otra mitad asida al pezón.





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